Revista : El combate contra los microorganismos MALOS ! qwertyuiopasdfghjklñ
¿Sabes como podemos cuidarnos de los microorganismos??
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Aqui te tenemos una lista de como cuidarte de ellos
1.La principal arma para protegernos de los microorganismos es la higiene.
Lavarnos las manos con agua y jabón adecuadamente, antes de tocar los alimentos y luego de manipularlos también.
2.Colocar las carnes y verduras crudas en recipientes diferentes luego de haber sido lavadas por
separado.
3.Lavar el cuchillo que se utilizó para cortar la carne antes de trozar las verduras y viceversa.
Lavar y secar la tabla de picar donde se trozaron las carnes antes de usar otro alimento. Si no se siguen estos pasos, se producirá lo que se llama la contaminación cruzada (un alimento contamina a otro).
4.Al comprar los alimentos, deben ser separados por tipos y no juntarlos para evitar su contaminación.
5.Lavar las superficies de las latas de conserva.
6.Algunas frutas y vegetales deben ser lavados y secados adecuadamente.
7.Los tubérculos como la papa y el camote, antes de almacenarlos, deben estar limpios porque con la humedad del ambiente pueden reproducirse microorganismos. No se deben lavar, sólo retirar la tierra con un cepillo y pasarlos por una malla para quitar el exceso de suciedad. No deben estar guardados más de seis días.
8.No dejar los alimentos ya preparados sin refrigerar, porque se pueden contaminar durante el tiempo que estuvieron expuestos al medio ambiente. Los microorganismos se reproducen inmediatamente.
9.Congelar los alimentos, asegurándonos que el centro de estos se encuentre debidamente congelado, así se detendrán todos los procesos de maduración y enzimáticos de los microorganismos.
viernes, 18 de junio de 2010
jueves, 27 de mayo de 2010
Anatomía de los tejidos vasculares de las hojas
La hoja es una de las partes más importantes de los vegetales puesto que es la parte de la planta que está encargada de realizar la función fotosintética. Desde el punto de vista de la histología, o sea, de los tejidos y otras formaciones de la hoja, este órgano está formado por:
Epidermis.
Mesófilo (del griego meso - en medio y phyllon - hoja).
La epidermis es una capa de células transparentes recubierta por una cutícula, complementada a menudo por ceras, que es esencialmente impermeable y limita la pérdida de agua por transpiración; en las plantas adaptadas a climas áridos, la cutícula puede ser tan espesa que le da a las hojas una consistencia coriácea.
Los intercambios gaseosos entre la hoja y el ambiente se efectúan principalmente a través de pequeños orificios en la epidermis llamados ostiolos que son como pequeños ojales de apertura controlada en estructuras pluricelulares llamadas estomas. Lo fundamental en un estoma son dos células en forma de riñón o judía, que abren el orificio - o lo cierran, por ejemplo, para reducir la transpiración. Los estomas suelen ser más numerosos en la cara inferior (envés) de la hoja.
Muchas plantas presentan aún en la epidermis (no sólo de las hojas, sino también del tronco o de las flores) pelos llamados tricomas, que pueden ser unicelulares o multicelulares. El conjunto de estos apéndices se llama indumento. Algunas de estas estructuras tienen funciones especiales, como por ejemplo, la producción de compuestos químicos que sirven para proteger la planta contra los animales o para atraerlos (por ejemplo, para la polinización).
El interior de la hoja - mesofilo - está formado por parénquima, un tejido de células semejantes y muy permeables que normalmente poseen gran cantidad de cloroplastos, en ese caso el tejido pasa a llamarse clorénquima. La función principal de este tejido es realizar la fotosíntesis y producir las sustancias nutritivas que permiten la vida de la planta. Este tejido también puede poseer células especializadas en el almacenamiento de agua u otros fluidos - hojas carnosas, como las de las crasuláceas.
El mesofilo se divide en dos tipos diferentes de parénquima:
El tejido en empalizada, formado por células alargadas y dispuestas transversalmente a la superficie de la hoja, para darle consistencia.
Tejido esponjoso, formado por células más redondeadas.
El color de las hojas puede variar, según los pigmentos existentes en sus células. Estas diferentes coloraciones pueden ser características de la propia especie o estar causadas por virus o por deficiencias nutritivas. En climas templados y boreales, las hojas de muchas especies cambian de coloración con las estaciones del año y caen en la época en que existe menos luz y en que la temperatura es baja; la planta sin hojas pasará el invierno en un estado de metabolismo reducido, alimentándose de las reservas nutritivas que hubiera acumulado.
Forma de las hojas de las plantas vasculares
Tipos de hojas.
La forma de las hojas suele ser característica de las especies, aunque con grandes variaciones entre individuos e incluso dentro del mismo individuo. Podemos diferenciar las hojas simples y las hojas compuestas:
Hoja simple. Aquella formada por un sólo foliolo.
Hoja compuesta. Aquella formada por más de un foliolo.
Las formas típicas de hojas simples de plantas vasculares son:
Hoja acicular. Es la hoja linear, puntiaguda y por lo común, persistente, como las del pino (en la imagen, letra b).
Hoja aovada. La que siendo aguzada por el ápice guarda en el resto la figura del contorno de un huevo.
Hoja aserrada. Aquella cuyo borde tiene dientes inclinados hacia su punta, como las de la violeta (en la imagen, letra n).
Hoja cuneiforme. Aquella con forma de 'pico de pato', como las de algunas especies del genero Pittosporum como el P. tobira.
Hoja dentada. Aquella cuyos bordes están festoneados de puntas rectas como la del castaño común.
Las formas tipicas de hojas compuestas de plantas vasculares:
Hoja digitada. La compuesta cuyas hojuelas nacen del peciolo común separándose como los dedos de la mano abierta, como las del castaño de Indias.
Hoja discolora. Aquella cuyas dos caras son de color diferente.
Hoja entera. La que no tiene ningún seno ni escotadura en sus bordes como la de la adelfa.
Hoja enterísima (madreselva).
Hoja enterísima. La que tiene su margen sin dientes, desigualdad ni festón como las de la madreselva.
Hoja envainadora. La que envuelve el tallo como las del trigo.
Hoja escotada. La que tiene en la punta una escotadura más o menos grande y angulosa como la del espantalobos.
Hoja escurrida. La sentada cuya base corre o se extiende a ambos lados por el tallo como la del girasol.
Hoja lanceada o lanceolada. La de figura de hierro de lanza como la del aligustre.
Hoja nerviosa. La que tiene unas rayas de arriba abajo sin dividirse en otros ramillos com las del llantén.
Hoja perfoliada. La que por su base y nacimiento rodea enteramente el tallo pero sin formar tubo.
Hoja radical. La que nace de la raíz como la de la mandrágora.
Hoja trasovada. La aovada más ancha por la punta que por la base como las del espino.
Hoja venosa. La que tiene vasillos sobresalientes de su superficie que se extienden con sus ramificaciones desde el nervio hasta los bordes como las del ciclamor.
Hoja verticilada. La que nace con otras muchas alrededor del eje a una misma altura
Bibliografia: http://es.wikipedia.org/wiki/Hoja
La hoja es una de las partes más importantes de los vegetales puesto que es la parte de la planta que está encargada de realizar la función fotosintética. Desde el punto de vista de la histología, o sea, de los tejidos y otras formaciones de la hoja, este órgano está formado por:
Epidermis.
Mesófilo (del griego meso - en medio y phyllon - hoja).
La epidermis es una capa de células transparentes recubierta por una cutícula, complementada a menudo por ceras, que es esencialmente impermeable y limita la pérdida de agua por transpiración; en las plantas adaptadas a climas áridos, la cutícula puede ser tan espesa que le da a las hojas una consistencia coriácea.
Los intercambios gaseosos entre la hoja y el ambiente se efectúan principalmente a través de pequeños orificios en la epidermis llamados ostiolos que son como pequeños ojales de apertura controlada en estructuras pluricelulares llamadas estomas. Lo fundamental en un estoma son dos células en forma de riñón o judía, que abren el orificio - o lo cierran, por ejemplo, para reducir la transpiración. Los estomas suelen ser más numerosos en la cara inferior (envés) de la hoja.
Muchas plantas presentan aún en la epidermis (no sólo de las hojas, sino también del tronco o de las flores) pelos llamados tricomas, que pueden ser unicelulares o multicelulares. El conjunto de estos apéndices se llama indumento. Algunas de estas estructuras tienen funciones especiales, como por ejemplo, la producción de compuestos químicos que sirven para proteger la planta contra los animales o para atraerlos (por ejemplo, para la polinización).
El interior de la hoja - mesofilo - está formado por parénquima, un tejido de células semejantes y muy permeables que normalmente poseen gran cantidad de cloroplastos, en ese caso el tejido pasa a llamarse clorénquima. La función principal de este tejido es realizar la fotosíntesis y producir las sustancias nutritivas que permiten la vida de la planta. Este tejido también puede poseer células especializadas en el almacenamiento de agua u otros fluidos - hojas carnosas, como las de las crasuláceas.
El mesofilo se divide en dos tipos diferentes de parénquima:
El tejido en empalizada, formado por células alargadas y dispuestas transversalmente a la superficie de la hoja, para darle consistencia.
Tejido esponjoso, formado por células más redondeadas.
El color de las hojas puede variar, según los pigmentos existentes en sus células. Estas diferentes coloraciones pueden ser características de la propia especie o estar causadas por virus o por deficiencias nutritivas. En climas templados y boreales, las hojas de muchas especies cambian de coloración con las estaciones del año y caen en la época en que existe menos luz y en que la temperatura es baja; la planta sin hojas pasará el invierno en un estado de metabolismo reducido, alimentándose de las reservas nutritivas que hubiera acumulado.
Forma de las hojas de las plantas vasculares
Tipos de hojas.
La forma de las hojas suele ser característica de las especies, aunque con grandes variaciones entre individuos e incluso dentro del mismo individuo. Podemos diferenciar las hojas simples y las hojas compuestas:
Hoja simple. Aquella formada por un sólo foliolo.
Hoja compuesta. Aquella formada por más de un foliolo.
Las formas típicas de hojas simples de plantas vasculares son:
Hoja acicular. Es la hoja linear, puntiaguda y por lo común, persistente, como las del pino (en la imagen, letra b).
Hoja aovada. La que siendo aguzada por el ápice guarda en el resto la figura del contorno de un huevo.
Hoja aserrada. Aquella cuyo borde tiene dientes inclinados hacia su punta, como las de la violeta (en la imagen, letra n).
Hoja cuneiforme. Aquella con forma de 'pico de pato', como las de algunas especies del genero Pittosporum como el P. tobira.
Hoja dentada. Aquella cuyos bordes están festoneados de puntas rectas como la del castaño común.
Las formas tipicas de hojas compuestas de plantas vasculares:
Hoja digitada. La compuesta cuyas hojuelas nacen del peciolo común separándose como los dedos de la mano abierta, como las del castaño de Indias.
Hoja discolora. Aquella cuyas dos caras son de color diferente.
Hoja entera. La que no tiene ningún seno ni escotadura en sus bordes como la de la adelfa.
Hoja enterísima (madreselva).
Hoja enterísima. La que tiene su margen sin dientes, desigualdad ni festón como las de la madreselva.
Hoja envainadora. La que envuelve el tallo como las del trigo.
Hoja escotada. La que tiene en la punta una escotadura más o menos grande y angulosa como la del espantalobos.
Hoja escurrida. La sentada cuya base corre o se extiende a ambos lados por el tallo como la del girasol.
Hoja lanceada o lanceolada. La de figura de hierro de lanza como la del aligustre.
Hoja nerviosa. La que tiene unas rayas de arriba abajo sin dividirse en otros ramillos com las del llantén.
Hoja perfoliada. La que por su base y nacimiento rodea enteramente el tallo pero sin formar tubo.
Hoja radical. La que nace de la raíz como la de la mandrágora.
Hoja trasovada. La aovada más ancha por la punta que por la base como las del espino.
Hoja venosa. La que tiene vasillos sobresalientes de su superficie que se extienden con sus ramificaciones desde el nervio hasta los bordes como las del ciclamor.
Hoja verticilada. La que nace con otras muchas alrededor del eje a una misma altura
Bibliografia: http://es.wikipedia.org/wiki/Hoja
Las clasificaciones de las hojas
1. RECOGIDA DE LOS MATERIALES PARA EL HERBARIO
El primer paso condicionante de unos buenos resultados es la correcta recolección del material en el campo.
Las plantas deben ser recogidas tan completas como sea posible, si bien conviene tener en cuenta que arrancarlas totalmente supone la pérdida irrecuperable de los correspondientes ejemplares, por lo que es más aconsejable cortarlos. Debemos, pues, ir al campo provistos de algún instrumento (tijeras, navaja, azadilla, etc.) que facilite ese objetivo, junto con una serie de bolsas de plástico en las que se guardarán los materiales colectados hasta su preparación para el secado, labor que no debe demorarse nunca más allá del día siguiente a la recogida, y mientras deben ser conservados en lugar fresco (frigorífico, a ser posible). La bolsa de plástico no es recomendable cuando se trate de hongos (setas), dada su fragilidad, en cuyo caso lo más adecuado es una cesta de mimbre.
No hay que olvidar llevar siempre al campo un cuaderno o papel para notas y lápiz (mejor que cualquier instrumento de tinta, bolígrafo o similar, inservible en caso de lluvia), para anotar la localidad, altitud, hábitat, fecha, etc. de recogida de los especímenes. Es necesario etiquetar adecuadamente cada muestra con todos aquellos datos que luego nos permitan identificarla, conocer su procedencia y cuándo presentaba tal estado de su ciclo vital.
2. SECADO DEL MATERIAL
El proceso de secado, y en su caso prensado de las muestras para eliminar todo el agua de ellas, es seguramente la parte más delicada en la confección de un herbario y que condicionará su longevidad así como la calidad del mismo, ya que es el primer paso para evitar su descomposición y destrucción por parte de agentes infectivos (insectos, mohos, bacterias).
La preparación de los materiales con este fin va a diferir, dependiendo del grupo de vegetales (plantas vasculares, briófitos, líquenes, hongos, algas) al que pertenezcan.
3. MONTAJE Y CONSERVACIÓN DEL MATERIAL
Para su adecuada conservación, el material, una vez que está completamente seco, debe ser montado en cartulinas u hojas de papel de buena calidad, a las que se fija con tira adhesiva (esparadrapo, por ejemplo, no cinta plástica) o un pegamento especial (por ejemplo, acetato de polivinilo) que siendo permanente permita desmontar el material en caso necesario. Es conveniente pegar a la cartulina un pequeño sobre o bolsita, preferentemente de papel blanco o celofán, en el que se puedan poner semillas, frutos o algunos fragmentos que pudieran desprenderse de la muestra.
Cada cartulina con la muestra montada y etiquetada debe ser incluida en un pliego de papel blanco, satinado, a ser posible.
Una vez determinado el material, la etiqueta definitiva, que suele ir pegada en la esquina inferior derecha de la cartulina, debe llevar al menos los siguientes datos:
- Nombre científico del taxon, incluida la autoría del mismo.
- Localidad donde se ha efectuado la recolección, siendo conveniente precisar, por este orden: región, provincia, municipio, lugar o población más próxima. Actualmente se recomienda también la referencia al sistema de coordenadas U. T. M. (Universal Transversor Mercator).
- Hábitat, especificando, en la medida de lo posible, las características del sustrato, tipo de suelo, altitud, orientación, comunidad vegetal donde se desarrolla el taxon y especies con las que convive.
- Fecha de la recolección.
- Nombre de la persona que llevó a cabo la recolección, que se indica precedido de la abreviatura Leg. (=Legitimavit).
- Nombre de la persona que ha determinado o identificado el taxon, precedido de la abreviatura Det. (=Determinavit).
En los herbarios escolares o personales se acostumbra a apuntar también el nombre de la familia a la que pertenece el taxon. Cuando se trata de herbarios institucionales, y asimismo en algunos particulares, las etiquetas suelen llevar impresos el nombre del Herbario y las siglas con que se conoce internacionalmente.
BIBLIOGRAFIA: http://www.unioviedo.es/BOS/Herbario/PrepararHerbario/PrepararHerbario.htm
El primer paso condicionante de unos buenos resultados es la correcta recolección del material en el campo.
Las plantas deben ser recogidas tan completas como sea posible, si bien conviene tener en cuenta que arrancarlas totalmente supone la pérdida irrecuperable de los correspondientes ejemplares, por lo que es más aconsejable cortarlos. Debemos, pues, ir al campo provistos de algún instrumento (tijeras, navaja, azadilla, etc.) que facilite ese objetivo, junto con una serie de bolsas de plástico en las que se guardarán los materiales colectados hasta su preparación para el secado, labor que no debe demorarse nunca más allá del día siguiente a la recogida, y mientras deben ser conservados en lugar fresco (frigorífico, a ser posible). La bolsa de plástico no es recomendable cuando se trate de hongos (setas), dada su fragilidad, en cuyo caso lo más adecuado es una cesta de mimbre.
No hay que olvidar llevar siempre al campo un cuaderno o papel para notas y lápiz (mejor que cualquier instrumento de tinta, bolígrafo o similar, inservible en caso de lluvia), para anotar la localidad, altitud, hábitat, fecha, etc. de recogida de los especímenes. Es necesario etiquetar adecuadamente cada muestra con todos aquellos datos que luego nos permitan identificarla, conocer su procedencia y cuándo presentaba tal estado de su ciclo vital.
2. SECADO DEL MATERIAL
El proceso de secado, y en su caso prensado de las muestras para eliminar todo el agua de ellas, es seguramente la parte más delicada en la confección de un herbario y que condicionará su longevidad así como la calidad del mismo, ya que es el primer paso para evitar su descomposición y destrucción por parte de agentes infectivos (insectos, mohos, bacterias).
La preparación de los materiales con este fin va a diferir, dependiendo del grupo de vegetales (plantas vasculares, briófitos, líquenes, hongos, algas) al que pertenezcan.
3. MONTAJE Y CONSERVACIÓN DEL MATERIAL
Para su adecuada conservación, el material, una vez que está completamente seco, debe ser montado en cartulinas u hojas de papel de buena calidad, a las que se fija con tira adhesiva (esparadrapo, por ejemplo, no cinta plástica) o un pegamento especial (por ejemplo, acetato de polivinilo) que siendo permanente permita desmontar el material en caso necesario. Es conveniente pegar a la cartulina un pequeño sobre o bolsita, preferentemente de papel blanco o celofán, en el que se puedan poner semillas, frutos o algunos fragmentos que pudieran desprenderse de la muestra.
Cada cartulina con la muestra montada y etiquetada debe ser incluida en un pliego de papel blanco, satinado, a ser posible.
Una vez determinado el material, la etiqueta definitiva, que suele ir pegada en la esquina inferior derecha de la cartulina, debe llevar al menos los siguientes datos:
- Nombre científico del taxon, incluida la autoría del mismo.
- Localidad donde se ha efectuado la recolección, siendo conveniente precisar, por este orden: región, provincia, municipio, lugar o población más próxima. Actualmente se recomienda también la referencia al sistema de coordenadas U. T. M. (Universal Transversor Mercator).
- Hábitat, especificando, en la medida de lo posible, las características del sustrato, tipo de suelo, altitud, orientación, comunidad vegetal donde se desarrolla el taxon y especies con las que convive.
- Fecha de la recolección.
- Nombre de la persona que llevó a cabo la recolección, que se indica precedido de la abreviatura Leg. (=Legitimavit).
- Nombre de la persona que ha determinado o identificado el taxon, precedido de la abreviatura Det. (=Determinavit).
En los herbarios escolares o personales se acostumbra a apuntar también el nombre de la familia a la que pertenece el taxon. Cuando se trata de herbarios institucionales, y asimismo en algunos particulares, las etiquetas suelen llevar impresos el nombre del Herbario y las siglas con que se conoce internacionalmente.
BIBLIOGRAFIA: http://www.unioviedo.es/BOS/Herbario/PrepararHerbario/PrepararHerbario.htm
martes, 18 de mayo de 2010
Situacion Problema
Si es posible , pues un herbario es es una colección de plantas o partes de plantas, desecadas, preservadas, identificadas y acompañadas de información de la colección, nombre común y usos, y asi nos òdemos dar cuentaq de las dierentes plantas que existen en el coleghio
Calistemo Lloron
Palma Washingtonia
Magnolio
Holly Liso
Carbonero
Nispero de Japon
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